miércoles, 8 de mayo de 2013

SE VA UN GENIO DE LOS EFECTOS ESPECIALES

En el día de hoy nos ha abandonado una de las figuras más célebres del mundo del cine. Concretamente un especialista de los efectos especiales, el gran Ray Harrihausen, que a los 92 años de vida se marcha, dejando un legado en el cine. Sus creaciones, vía Stop Motion para numerosas películas fantasiosas y de aventuras en las décadas de los 50, 60 y 70.

Sus "monstruos" a día de hoy parecerán un tanto cutres para el que no esté acostumbrado a las películas antiguas. La realidad es que en su día impresionaron sus personajes hechos de animación vía stop motion. Apareció en los 50, años en los que Hollywood creaba películas de Ciencia Ficción como churros, con personajes extraños hechos con cuatro duros y con los medios de la época. Cutres, cutres...


Y el revolucionó todo. Había aparecido en el cine como productor y en algunas películas como animador. Su primer film en el que se encargó de los efectos especiales fue "El gran gorila" (1949), película que le valió el Oscar en esa categoría. Le debió picar el gusanillo que llegó a prestar sus servicios a unas cuantas películas más.

Las más recordadas, sin lugar a dudas, son "Jasón y los argonautas" (1963) y "Furia de titanes" (1981). Ambas fueron películas con la referencia a la mitología griega de por medio. En la primera aparecían personajes para la historia como los esqueletos con los que combatían al final del film, o ese gigantesco Aquiles, hecho de piedra. La segunda traería al gran Pegaso y a un buho-robot de lo más curioso y fantástico. Esta sería su última aportación en el cine como creador de monstruos.

En la época dorada de las Sci/fi que ya repasamos en este mismo blog, Harryhausen puso su granito de arena creando las bestias de películas tan reconocidas como "El monstruo de los tiempos remotos" (The beast from 20,000 fathoms, Eugene Lourie,1954) o "Surgió del fondo del mar" (Robert Gordon, 1955). En 1958 realizó su primera aportación en color en "Simbad y la princesa".

Volvería a contribuir de forma decisiva en otras dos películas posteriores de Simbad, además de obras literarias como "Los viajes de Gulliver" (Jack Sher 1960) o "La isla misteriosa" (Cy Enfield, 1961), entre otras muchas películas donde creó todo tipo de bestias y criaturas terroríficas.

Hacía tres décadas que dejó de fabricar este tipo de personajes importantes en el cine y hoy recordados, cuando, a los 92 años, se marchó. Detrás deja muchos personajes que merece la pena revisar, tanto para quien le conociera ya, como para quien no hubiera visto ni una sola de sus creaciones.


Imanol López

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