lunes, 25 de marzo de 2013

"JANE GOT A GUN" Y EL PAPEL DEL DIRECTOR EN UNA PELÍCULA


"Jane got a gun" narra la historia de una ranchera que para ayudar a su marido a escapar del ataque de sus perseguidores, recurre a la ayuda de su ex amante. Pues bien, parece ser que Jane no es la única que debe pedir ayuda, pues hace pocos días su directora escocesa Lynne Ramsay ha abandonado el proyecto en su primer día de rodaje.

La que en 2011 firmó la película "Tenemos que hablar de Kevin" plantó el pasado martes a su estrella Natalie Portman y a todo el equipo de producción. Aún no hay declaraciones de Ramsay pero, por parte de los realizadores, éstas son sus sensaciones: "He invertido millones de dólares, estábamos listos para rodar, teníamos un gran guión, un gran reparto y un gran equipo", declara el productor Scott Steindorff. "Estoy consternado de que alguien haga esto a 150 personas que han dedicado tanto tiempo, energía, compromiso y lealtad a un proyecto para que luego el director no se presente. Es de locos. Lo siento realmente por el equipo. Vamos a seguir con la producción, y el sustituto es inminente".


Viendo este panorama, nosotros nos preguntamos, ¿qué puede haber llevado a Ramsay a desentenderse de este proyecto?.

Para responder a esta pregunta, nos hemos ido a los inicios, a rebuscar en los apuntes de la carrera para intentar entender qué puede haber fallado para que ésto haya ocurrido.

Si bien Ramsay ha demostrado tener aptitudes y conocimientos para la dirección de una película, nos preguntamos si quizás el problema haya sido fuente de la actitud en la preproducción, en el propio rodaje o en el proyecto en si.

Dicen que para ser un buen director hay que tener una actitud curiosa, que debes emocionarte con el proyecto, debes vivirlo con pasión y que debes saber trabajar en equipo para poder llevarlo a cabo.

También, como director, debes dominar los mecanismos para que funcione el guión. Si bien no siempre es el director quién lo ha escrito, éste debe conocer qué elementos son los que crean la tensión dramática, para llevarlos a la puesta en escena.

Finalmente la actitud en la preproducción es importantísima; aparte de enamorarte de la historia, debes creértela y analizarla de forma que puedas entender cómo la vas a transmitir al público.

Si bien no dudamos de que Ramsay no estuviera enamorada del guión, pensamos que puede haber sido alguna relación personal con el equipo la que haya hecho que ésta haya abandonado el proyecto. Estamos seguros que no fue una decisión fácil para ella y esperamos que fuera lo mejor que podía hacer para salvar la película. En cuanto salgan sus declaraciones oficiales, os las transmitiremos.

Coral Puigferrer


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